viernes, 30 de julio de 2010

Mi diablo.

Lo vi por primera vez una tarde gris de junio. Se escondía malicioso y tímido tras de una nube negra. Cuando lo sorprendí se sintió inquieto y prefirió precipitarse estrepitosamente. Llovía.

Me sorprendía y me asustaba verlo, me hacía sentir intranquilo, inquieto, mas bien como inconforme o insignificante. Difícil encontrar la combinación que describa algo así, siempre le falta y sobran adjetivos, como cuando vislumbras al infinito y sientes que el concepto te supera.

Continúa.

4 comentarios:

  1. Pero eso es porque es tu cumple, o estas hablando de tu mejor amigo, o es una oda al peyote?

    ResponderEliminar
  2. Yo prefería pensar que era una onda reflexion ... pero creo que cuando lo clasificas como oda al peyote no estas muy lejos de la verdad?

    snif, snif.

    ResponderEliminar
  3. Weee, cual reflexion. Es imposible distinguir una reflexion ... y menos si no continúa como debiera.

    *se jala los pelos con desesperación*

    ResponderEliminar
  4. Siempre pennsaron que era el diablo en persona, que amaba al diablo en secreto y no era así, sólo que a veces me salia mi parte shuky que llevo dentro, despues de todo todos tenemos nuestro lado negro.

    ResponderEliminar

La gente que comenta me cae bien ... por lo general.